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miércoles, 11 de junio de 2014

El "error", un medio para enseñar.


El error en el salón de clase se convierte en estrés debido a que ningún estudiante desea caer en el pues implica ser un fracasado y caer en el abismo del "No puedo".

En clase el principal objetivo del estudiante es pasar la materia, como sea, pero pasarla, aspirando por lo menos al seis, que en muchos casos es y sabe a gloria, por la limitante que el estudiante ya creo en su conciencia, el no lograrlo es producto de que algo hizo mal, que sus evidencias no están bien organizadas, no tuvieron creatividad o existe una falta de comunicación entre docente - discente, estos son los principales puntos de los alumnos aquí en la comunidad.

Muchas veces encontramos que los errores son fallos realizados por un sistema mal establecido, que podemos enumerar de la siguiente manera:

Primero, cuando se refleja un error la reacción es tacharlo, subrayarlo, sin pensar que este acto en si puede o no ser bueno para el alumno, que en el peor de los casos puede provocar incapacidad en el estudiante al poder actuar con alternativas en busca de una solución a su conflicto.

Segundo, considerado en el momento de que el alumno tiene un error, el cual provoca que el docente dude de su enseñanza, frustrando su propia sabiduría y sintiendo de alguna manera, tal vez de forma inconsciente, despecho hacia el alumno.

Tercero, que nos obliga a viajar al saber dentro del alumno que establecido como tal provoca miedo a expresarlo y prefiere guardarlo en el fondo de su ser, por esto existe gran cantidad de estudiantes sumisos que saben por conocer pero que no comparten por miedo a enfrascarse en la explicación de sus propias ideas.

Cuando un docente se encuentra ante un error puede reaccionar de dos maneras:

Como un castigo de reafirmación culpa del alumno, el cual es negativo, el alumno por no entender y el docente por no saber explicar;  ó

Como un replanteamiento del problema generado por un programa de estudios que no está al nivel del estudiante, que es una sobre valoración de los saberes disciplinares, que bien tienen que ser respetados tal y como están escritos o cuadrarse sin importar el entorno del estudiante.

También existen dos modelos que proporcionan las didácticas del error, el primero es transmisitivo, en el cual quien comete un error ha fallado; y el segundo denominado comportamentalista que nos proporciona los medios para llegar a un comportamiento esperado y para verificar su obtención, regido por el conductismo del cual el principal problema es que no garantiza el ensamblaje del comportamiento del alumno con su mentalidad, trata de evitar errores y negaciones a toda costa, utilizando cualquier medio para que esto no suceda.

Por otro lado, el constructivismo no elimina el error, sin embargo busca quitarlo de las producciones de los alumnos y a la vez permite que aparezcan para saber dónde subsanar, entonces el error es considerado una oportunidad para poder adquirir opciones alternas para aprender y pretende ajustar las perspectivas de aprendizaje adaptando nuevas posturas, lo cual es visible cuando una persona da indicios de sus conocimientos que si no son plenamente dominados tendrá que volver a realizar todo el proceso que tuvo que hacer para aprender lo que nos dice.

En conclusión, el error es un proceso que nos oculta el progreso que está adquiriendo un individuo al aprender una nueva forma de aprehender. Considero que el error no es malo, lo malo es la perspectiva con la cual tomamos y vemos esa palabra y su significado.

2 comentarios:

  1. Considero José Antonio que te refieres a la etiqueta que anteponemos a los alumnos cuando los reprimimos por falta de tacto al ver que han reprobado o no han hecho sus trabajos, sin embargo desde mi punto de vista considero que es nuestra misión ver cuál es el problema que deja caer al alumno en el olvido a sus trabajos y más cuando su única tarea es ir a la escuela, sin embargo creo debemos implementar una forma de salvar esos tropiezos que han cometido nuestros alumnos, bien pues yo creo llevar de la mano a por lo menos 5 alumnos durante el semestre, guiándoles y ayudándoles a realizar sus diferentes trabajos nos darán mejores resultados en el fortalecimiento del aprendizaje en diferentes áreas, ser tutores directos sin abandonar el objetivo durante el curso ayudaría mucho.

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  2. Ciertamente se suele tachar, con rojo si es posible , las fallas de los alumnos. Creo que señalar la falla no es para nada erróneo , lo que considero inadecuado es la forma en que lo hacemos, pues no existe ninguna intención didactica al hacerlo. como he comentado en otros blogs. el hacernos conscientes del error y tomar ventaja de él, es lo que hace la diferencia.

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